miércoles, 24 de marzo de 2010

Rachmáninov: Concierto para piano No. 2



En marzo de 1897 , el compositor ruso presenta su Primera sinfonía bajo la dirección de Alexander Glazunov. El evento sería un rotundo fiasco. Luego se diría que Glazunov había estado ebrio, aunque esto hasta el día de hoy no es del todo confirmado. Lo que sí se comprobó esa noche fue que su participación en el concierto fue inusualmente discordante e insensible; y que la revisión de la partitura fue desacertada. Las críticas no se hicieron esperar y atacaron con todo su arsenal. El mismo Rimsi-Korsakov que fue uno de los espectadores en aquella nefasta velada dijo: Perdónenme, pero no encuentro absolutamente nada agradable en esta música.

La decepción del estreno de su Primera sinfonía y los hirientes dardos de la crítica terminarían por llevar a Rachmáninov a una profunda depresión que, dicho sea de paso, fue su fiel acompañante durante toda su vida. Por un periodo de tres años el músico ruso no encontrará motivación ni inspiración para componer. No obstante, Rachmáninov no cesaría la actividad musical y tomaría la batuta de la Compañía de Ópera de Moscú. Su desempeño como director fue ampliamente valorado y pronto se hizo famoso por todo el viejo continente.

Ante su negatividad para componer, sus amigos más cercanos lo animaban a volver a escribir. Pero no fue sino hasta que conoció al doctor Nicolai Dahl, un renombrado siquiatra e hipnotizador, que el músico ruso empezaría a mejorar anímicamente. Sometido a varios tratamientos de hipnosis, el doctor le haría repetir durante el trance hipnótico: Escribiré un concierto con facilidad… escribiré un concierto excelente.

Luego de varias semanas de tratamiento, el resultado sería una de sus mayores obras maestras y uno de los conciertos más hermosos que nos ha legado el arte musical. En 1901, Rachmáninov finiquitó su concierto No. 2 para piano. La fecha del concierto no está del todo clara, unos anotan que fue el 27 de octubre de ese mismo año, otros dicen que fue el 9 de noviembre. Lo cierto es que el concierto fue dedicado al Dr. Dahl, y en el estreno fue el mismo compositor quien se puso al piano. Esta vez el resultado fue la otra cara de la moneda, la antípoda, un éxito total.


En 1941 Rachmáninov declararía al periódico Etude: “En mis composiciones no hay ningún esfuerzo para parecer original, romántico o nacionalista ni nada. Pongo en el papel pautado lo que llevo dentro de mí de la manera más sencilla y natural posible. Soy un compositor ruso y, como es natural, el país donde nací ha influido en mi temperamento y en mi manera de ver las cosas. Mi música, por tanto, es el fruto de mi temperamento, por esto es música rusa, pero no he buscado nunca de manera consciente escribir música rusa ni ningún otro género de música. Cuando escribo música, intento expresar de manera sencilla y directa lo que siente mi corazón”.

En el siguiente enlace puedes descargar este concierto tocado por el mismo compositor, acompañado por la Orquesta de Filadelfia y dirigida por Stokowski.

Descargar

Les dejo un vídeo donde se escucha a Rachmáninov al piano tocando el 1er. Movimiento de su Concierto No. 2.






*Para ella, infinitamente.

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