martes, 27 de abril de 2010

T.S. Eliot: Abril es el mes más cruel


"April is the cruellest month, breeding
Lilacs out of the dead land, mixing
Memory and desire, stirring
Dull roots with spring rain.
Winter kept us warm, covering
Earth in forgetful snow, feeding
A little life with dried tubers."

Otoño, época de reflexión

Otoño. Las hojas pierden sus tonalidades verdes. Decoloradas ya, se tornan vulnerables al paso de Noto, quien con su lánguido paso las arranca de las ramas, sin esfuerzo. Es tiempo de ver a las hojas caer.


“Le ha llegado el otoño a su vida”, esta conocida frase se suele utilizar coloquialmente para referirse a una persona que está pasando por una etapa de decadencia. No obstante, esto no es así. Desde tiempos inmemoriales la estación de Otoño ha sido vista como una época de dialéctica muerte y nacimiento: caen las hojas de los árboles, pero esto dará paso a las flores y los frutos del verano.*


Arrancadas de las ramas, hojas de distintos matices van a dar al suelo, en un descenso subyugado a los caprichos del viento. El tiempo por su parte, se encargará de cicatrizar a las magras ramas. Será la misma naturaleza que sellará las heridas tras las hojas liberadas. Y, una vez curada las heridas, el árbol estará listo, las flores estarán listas a nacer.


Van Gogh


Por todo ello, la estación de Otoño es vista como símbolo de reflexión, de ensimismamiento e instrospección, de paciencia, de quietud, de mirar atrás para volver con fe la vista hacia la otra estación.**


Pero, por qué es justo en Otoño cuando nos sobreviene la reflexión. Yo hallo respuesta en el dolor que conlleva su dialéctica. A saber: es luego de un gran dolor que en nuestro ánimo gravita una gran tristeza. Y es esta tristeza que conlleva una sensación de inconformidad de nuestra condición y sus circunstancias. Al contrario de la felicidad que nos mantiene en un estado de anestesia mental, anestesia acaso placentera y dichosa pero, efímera.


En conclusión puedo anotar que el pensamiento deriva de la insatisfacción. Sin conflicto no hay conocimiento, escuché una vez de la dramaturga española Angélica Lidell. Sin conflicto no hay vida, leí alguna vez de Lou Reed.


*, ** T.S. Eliot: La búsqueda constante. María Estela Girardín, Vivian Alexandra Watson.



domingo, 25 de abril de 2010

Morphine: Good


Morphine fue una banda norteamericana de rock alternativo formada en 1989. Su estilo fue autodenominado por sus integrantes como "Low Rock", mezclando géneros como el blues, el jazz, la old school del rock, el rock experimental, entre otros.

La agrupación consistía en un trío de músicos encabezado por el vocalista Mark Sandman quién tenía como instrumento principal un bajo eléctrico slide de dos cuerdas. A porpósito de esto, a decir verdad, la instrumentación empleada por Morphine era bastante peculiar. El uso de saxofones (barítono, tenor y el extraño saxofón bajo), piano, órganos, percusión y hasta bondro convergían en una atmósfera embriagante.

Por otro lado, la inconfundible voz de Sandman, descrita como un "profundo, despreocupado y relajado susurro" profería letras provistas de una lírica influenciada por la generación beatnik.

Morphine se desintegró tras la muerte de Sandman, quién colapsó en pleno escenario a causa de un paro cardíaco el 3 de junio de 1999 en la ciudad de Palestrina, Italia.

Acá les dejo el álbum debut de la banda titulado "Good" ( a 320 kbps ;) ).

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My biggest fear is if I let you go
You'll come and get me in my sleep


Charles Baudelaire: El frasco


El Frasco

Hay perfumes que en toda materia hallan igual
lo poroso. Diríase que filtran el cristal.
Cuando abrimos un cofre venido del oriente
y cuya cerradura rechina levemente,

o bien, en una casa desierta, algún armario
que exhalando vejez se pudre solitario,
encontramos, a veces, ese frasco olvidado,
alma-aroma a la que hemos resucitado.

Pensamientos dormidos, cual fúnebres crisálidas
latiendo dulcemente en lejanías pálidas,
las alas entreabren en un vuelo sonoro,
tintas de azul, lunadas de rosa, vivas de oro.

Y ya revolotea el recuerdo embriagante
en el aire; los ojos se cierran al instante.
El vértigo posee nuestra alma vencida
y la lanza otra vez a lo hondo de la vida.

La tumba al borde de un abismo milenario,
donde Lázaro ungido, desgarrado el sudario
resucita el yacente cadáver espectral
de un viejo amor, a un tiempo hermoso y sepulcral.

Así, cuando de mí ya no quede memoria,
podré gozar aún de una siniestra gloria,
cuando me hallen igual que ese frasco olvidado,
decrépito, podrido, sucio, abyecto, humillado.

Y yo seré tu féretro, amada pestilencia,
testigo de tu fuerza y tu virulencia.
¡Veneno preparado por ángeles! ¡Licor
que me fue consumiendo!... ¡Oh vida, muerte, amor!

Poema extraído de "Las flores del mal"
Traducción Ángel Lázaro

domingo, 18 de abril de 2010

Ficino: La melancolía en el hombre de letras

"Las causas que hacen que los hombres de letras sean melancólicos son de tres tipos principales: la primera celeste, la segunda natural, la tercera humana. Celeste porque, según dicen los astrónomos, Mercurio, que nos invitaba a buscar las ciencias y las artes, y Saturno, que hace que seamos perseverantes en esta búsqueda y que, una vez alcanzadas, las conservemos, son en cierto modo fríos y secos [...].

La causa natural parece consistir en el hecho de que para adquirir el conocimiento de las ciencias, sobre todo de la difíciles, es necesario que el alma se recoja del exterior al interior como desde la periferia al centro y que, mientras especula, se mantenga firmemente asentada en el centro, por así decirlo, del hombre. Ahora bien, recogerse de la periferia al centro y mantenerse fijo en él es propio sobre todo de la tierra, con la que tiene bastante parecido la bilis negra [...].

La causa humana, es decir, la que depende de nosotros, es ésta: dado que la actividad frecuente de la mente reseca bastante el cerebro, se sigue que, consumido en gran parte el humor, que es el sustento del calor natural, de ordinario se extingue también el calor mismo, de tal suerte que la naturaleza del cerebro se torna seca y fría, que es de hecho una cualidad terrestre y melancólica".*

* FICINO,M., (2006), Tres libros sobre la vida, Madrid, cAEN, p. 26.




Retrato de Marsilio Ficino, por Leonardo Da Vinci.

domingo, 11 de abril de 2010

Shellac: The Futurist

Shellac es una banda norteamericana que viene tocando desde 1992. Si entramos en el terreno de las clasificaciones se les puede ubicar dentro del Indie Rock, Noise Rock y el Math Rock (wtf). Lo cierto es que ellos mismos se consideran como "un trío de rock minimalista". Bueno, por ahí va la cosa.

"The Futurist" es un álbum que tuvo una tirada de 779 copias en vinilo, repartidoe a sus 779 amigos más cercanos. Los nombres de cada uno de los susodichos puede leerse en su particular portada. Sin embargo, el mayor mérito de la banda de Chicago no fue escoger los 779 amigos más cercanos (o tenerlos) sino, lograr un disco bien simpático. En fin, solo escuchen.




Artista:
Shellac

Album: The Futurist
Formato: MP3
Bitrate: 192 kbps



Track list:
1.- The Futurist (side 1)
2.- The Futurist (side 2)

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Aquí los primeros minutos del Side 1

domingo, 28 de marzo de 2010

César Vallejo: Los desgraciados


Los Desgraciados

Ya va a venir el día; da
cuerda a tu brazo, búscate debajo
del colchón, vuelve a pararte
en tu cabeza, para andar derecho.
Ya va a venir el día, ponte el saco.

Ya va a venir el día; ten
fuerte en la mano a tu intestino grande, reflexiona,
antes de meditar, pues es horrible
cuando le cae a uno la desgracia
y se le cae a uno a fondo el diente.

Necesitas comer, pero, me digo,
no tengas pena, que no es de pobres
la pena, el sollozar junto a su tumba;
remiéndale, recuerda,
confía en tu hilo blanco, fuma, pasa lista
a tu cadena y guárdala detrás de tu retrato.
Ya va a venir el día, ponte el alma.

Ya va a venir el día; pasan,
han abierto en el hotel un ojo,
azotándolo, dándole con un espejo tuyo...
¿Tiemblas? Es el estado remoto de la frente
y la nación reciente del estómago.
Roncan aún... ¡Qué universo se lleva este ronquido!
¡Cómo quedan tus poros, enjuiciándolo!
¡Con cuántos doses ¡ay! estás tan solo!
Ya va a venir el día, ponte el sueño.

Ya va a venir el día, repito
por el órgano oral de tu silencio
y urge tomar la izquierda con el hambre
y tomar la derecha con la sed; de todos modos,
abstente de ser pobre con los ricos,
atiza
tu frío, porque en él se integra mi calor, amada víctima.
Ya va a venir el día, ponte el cuerpo.

Ya va a venir el día;
la mañana, la mar, el meteoro, van
en pos de tu cansancio, con banderas,
y, por tu orgullo clásico, las hienas
cuentan sus pasos al compás del asno,
la panadera piensa en ti,
el carnicero piensa en ti, palpando
el hacha en que están presos
el acero y el hierro y el metal; jamás olvides
que durante la misa no hay amigos.
Ya va a venir el día, ponte el sol.

Ya viene el día; dobla
el aliento, triplica
tu bondad rencorosa
y da codos al miedo, nexo y énfasis,
pues tú, como se observa en tu entrepierna y siendo
el malo ¡ay! inmortal,
has soñado esta noche que vivías
de nada y morías de todo...

Poema extraído de Poemas Humanos